domingo, 10 de abril de 2011

En una tarde de primavera


…ese segundo en que te encuentras por primera vez (y no importa cuantas veces te hayas encontrado antes, porque siempre se vive como la primera vez) cara a cara frente a la inmensidad del mar…

jueves, 7 de abril de 2011

Crónica de un viaje en tren...

Buenas!! Os contaré algo, soy de Sevilla (de un pueblo  concretamente) pero la carrera la he estudiado en Almería (por el rollo de las plazas ya sabéis) y ahora que he acabado estoy también trabajando aquí (aunque en un par de meses volveré a mi querido y dulce, en ocasiones jeje, hogar).

Este fin de semana tenia la boda de unos amigos asique he estado en casa. Han sido unos días un poco regulares (no por la boda evidentemente que estuvo genial y permitió que nos reuniéramos muchos amigos que hacía tiempo que no nos veíamos y me encanto), los días regulares han sido por otras razones que quizás algún día os cuente, vale?

Pero bueno a lo que iba, que en Almería llevo ya viviendo unos cuantos años y el trayecto en tren es larguillo (unas cinco horas y media o así). Con el tiempo he aprendido a disfrutar de este trayecto (al principio se me antojaba horriblemente largo, entre otras cosas porque me mareaba un poco) pero ahora la verdad es que incluso lo disfruto, escuchar música, leer algún libro o ver una peli están entre mis entretenimientos y si conoces a alguien interesante y  mantienes una agradable conversación ya ni os cuento pero eso ocurre más bien poco (yo soy poco de entablar con gente que no conozco y la gente suele ir a sus historias como yo).

El caso es que os he soltado este rollo porque en el trayecto de vuelta a Almería el tren hace parada en Granada (y en doscientos mil pueblos, no soy para nada exagerada lo sé) y fue en esta ciudad cuando mi vagón se quedo completamente vacío. Bueno pes resulta que un señor de unos 35 – 40 años se sentó justo en mi  asiento de al lado, esto es totalmente anormal, si el tren va vacio lo lógico es que te sientes solo y no en un sitio compartido ya que es un poco molesto para la otra persona y sobre todo para ti, que si puedes disfrutar de más espacio porqué no hacerlo.

Pero bueno no le di importancia (aunque me pareció un poco raro la verdad) y durante un buen rato no paraba de mirarme fijamente (yo estaba escribiendo en el ordenador) y cuando yo giraba no dejaba de hacerlo (vaya cara!) el caso es que yo soy bastante cortada y evidentemente no iba a decirle nada, pero ya empezó a tocarme con su brazo (porquuee?), me moví exageradamente para hacer entender que me había molestado y siguió sin quitarme la mirada, no entendía esa actitud pero seguí con mi historia, hasta que ya la cosa fue un poco desagradable y paso el revisor y le pidió el billete. Resulta que tenía un asiento que no era ese (era previsible, si va poca gente en el tren nunca nos dan billetes juntos y si es así lo normal es cambiarse), su asiento era bastantes asientos delante de mí y se puso a gritarle al revisor (vaya falta de respeto), le dijo que él se sentaba donde le daba la gana, que no le gustaba ir solo y que él era una persona maliciosa (uso ese término) que solo quería fastidiarle sus planes (perdona?? que planes????). El revisor le comento que no era la primera vez que recibía quejas de mujeres o chicas  (siempre en femenino claro) a causa de su comportamiento, tanto él como sus compañeros y no iba a permitirlo y que si tiene un billete con vagón y número que lo utilice.

El caso es que el hombre no paró de insultar al pobre revisor de una manera de lo más irrespetuosa, le dijo de todo vamos!!! Qué situación más desagradable, yo no sabía qué hacer!!!. Y así estuvieron bastante rato hasta que, al fin, se cambio de asiento obligadamente. Yo lo pase bastante mal porque me asustaba un poco las consecuencias pero por suerte, se bajó en un pueblo antes de llegar a mi destino y el revisor vino a hablar conmigo y a pedirme perdón por el “numerito” montado, me comento que lo hace con muchas chicas, que siempre está mirando a cualquier mujer y que antes de sentarse da una vuelta por el tren para elegir el sitio en que sentarse (al lado de una chica claro) y no para de molestarla en el viaje, que todos sus compañeros tienen quejas y que incluso la policía esta avisada porque después de bajarse del tren sigue molestando a las mujeres que también se bajan allí y eso claro está, es intolerable.

En fin que aluciné un poco con la “cara dura” que tiene alguna gente, la verdad es que fue bastante desagradable y después de saber que es frecuente su comportamiento me parece muchísimo peor. No sé qué actitud tomaran con él pero algo deberían hacer porque muy buena pinta no tiene la verdad. En fin que este viajecito ha sido un poco “chofff” entre mis “rallamientos” personales y mis acompañantes de asientos… pero que le vamos a hacer, así es la vida no???

Uff vaya post más largo y aburrido jejej los próximos no serán así, advierto!! 

Besitos y hasta pronto.