Suerte

Bueno pues mi mami ha empezado a ir a rehabilitación (por ahora por lo privado porque la seguridad social ya sabéis como va de lenta… aunque no me quejo eh? Que si a mi madre le pasa lo que le ha pasado en otro sitio no se que hubiéramos hecho así que bien). Pues eso, por ahora vamos a un centro privado porque realmente mi madre lo necesitaba mucho.

Vamos por las mañanas (tempranito y bastante lejos) así que en mi caso ya llego cansada con la silla de ruedas y lo bien adaptado que esta mi pueblo (nótese la ironía). Pero llegas y todo cambia, son todo  sonrisas la verdad y el chico fisio es muy gracioso. Hay más pacientes y siempre tiene humor para todos. Yo le echo una mano con mi madre que ya me ha enseñado algunos ejercicios, así practico para hacerlos en casa y cuando tiene que atender a otros le ayudo con ella. Creo que le viene bien, hace ejercicio, ve gente nueva y si salimos tempranito a veces vamos a desayunar juntas o si algún día vamos por la tarde nos tomamos un café y hacemos algunos recados.

La verdad es que nadie me diría hace un año que iba a estar en estas condiciones ni que mi vida (nuestras vidas) iban a cambiar tanto y no me entristece. Bueno vamos a ser sinceros, me encantaría que todo fuera como antes, que mi madre fuera independiente porque para ella era básico y su fortaleza y actividad deslumbraban, me entristece por ella especialmente, porque su vida ha dado un cambio radical y no se lo merece.

Pero no me siento triste, cuando alguien me dice que vaya mala suerte hemos tenido yo no estoy de acuerdo. Partiendo de la base que yo no creo en la suerte así porque si (o no le llamo suerte a lo mismo que todos entendemos de pequeños), a mi no me vale “uy que mala suerte”, a mi me valen las acciones, la energía,  el trabajo y la disposición pero sí, quizás cuando nos enteramos de lo que le pasaba (y de las posibilidades entre millones que tenia de algo así) si que pensé en la suerte, y también os diré que me sentó muy mal cuando el neurólogo me vio en un malísimo momento y me dijo "no te preocupes, confía en que vamos a tener suerte" y me sentó mal porque se que lo hizo para animarme pero venía de él, de un medico, de un neurólogo, que cree en la ciencia y la trabaja y me preocupó que simplemente confiara el caso a la suerte, me hubiera gustado más que me dijera que confiara en las medicinas, en el tratamiento o en la fortaleza pero no en la suerte y después de todo lo pensé y supe a qué se refería y además creo que llevaba razón que no hemos tenido mala suerte, mi madre se ha recuperado y en su caso era algo bastante difícil, y si hay poquísimas personas que pueden contraer ese virus (cuatro en España), más difícil es que sobreviva y ella lo ha hecho y eso me parece que es tener mucha suerte.

Así que no estoy triste, estoy contenta de verla a diario, de disfrutar de sus conversaciones y de los pequeños detalles y sí todo ha cambiado mucho y hay días que se me hacen muy cuesta arriba y pienso en el futuro y en el pasado y luego me paro y pienso en la “suerte” que hemos tenido de seguir todos juntos y ya todos los problemas parecen desvanecerse, sonrío y sigo tendiendo la ropa : )

Que paséis un buen “finde”