Corría un día de diciembre cuando yo contaba con aproximadamente 8 años y estaba jugando con mi primo Víctor (de 7) en el cuarto de los juguetes de mi casa.
Los dos habíamos oído algo en el cole de la remota posibilidad de que los reyes no existieran y los regalos los compraran nuestros padres. Algo que ninguno de los dos queríamos creer pero claro si lo habíamos oído los dos en colegios distintos hacía que pensar
Fabricamos juntos un plan: Ni él ni yo nos separaríamos en toda la navidad de nuestros padres (lo que vienen siendo niños-lapa) por lo que concluiríamos que si no nos habíamos separado no podían comprar juguetes sin enterarnos y si el día 6 de enero aparecía lo que habíamos pedido entonces los reyes existían, si no aparecían no cabría duda que eran nuestros padres que gracias a nuestra pesadez no pudieron acercarse a comprar los regalos.
Eran un plan perfecto y fuimos a decírselo a mi hermana (de 14 años) que “nos estaba cuidando”. Allá que nos plantamos en el salón para contarle nuestro fabuloso plan para descubrir la verdad de las verdades y cuando terminamos de soltarlo solo tuvo idea de contestar:
¿Y donde pensáis que están ahora?
Pues sí, así me enteré que mis padres y mis tíos justo esa tarde fueron a comprar los regalos y lo escuchamos así, con esa ironía característica de mi querida hermana mayor (desde el cariño). No olvidaré ese día, ni la avalancha que recibieron mis padres cuando volvieron y les contamos que lo sabíamos todo. Mi madre lo negó hasta la saciedad pero claro el daño ya estaba hecho jeje.
Ojala nunca se dejara de creer en los reyes magos. El mundo sería mucho mas divertido.
Sí, yo ya he escrito mi carta, aunque desde muy pequeña ya no creo, pues mi hermana mayor se encargó de contármelo cuando tenía 4 años, ella tenía 5 y alguien se lo contó en su clase y ella compartió la noticia al llegar a casa.
ResponderEliminarBendita inocencia, cuanto más dure mejor.
Un besito
A mi lo que me encanta de vuestro plan es que contabais con la posibilidad de quedaros sin regalos, todo fuera por conseguir saber la verdad.
ResponderEliminarYo no tengo reyes, pero me comeré el roscón igualmente... Muchos besos!
Jo Nuria, cuatro años solo??? Que pequeñita!!! Vaya, esto de las hermanas mayor no mola en cuanto a enterarse de los reyes, aunque la tuya era muy pequeña tambien. Estoy de acuerdo, bendita inocencia. A ver si te traen todo lo de tu carta.
ResponderEliminarLlevas razon Drew, lo mas importante era saber la verdad verdadera, lo de los regalos pasaba a un segundo plano ante tal noticia. Para mi el roscon es de las mejores cosas de la navidad asi que a disfrutarlo mucho. Besitos
Jo, para una vez que me nombras en tu blog.....
ResponderEliminarPido perdón por haberte destrozado la infancia, LO SIENTO
jajaj hermana que tonta eres!!! lo he contado desde el cariño siempre (Ejem ejem jejej) que no que es broma, no ha infancia destrozada por eso, te lo aseguro. Besitos y hazte un blog... muak
ResponderEliminarestoy pensando en el nombre...
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